El verde, un color no tan ecológico como pensabas
Cada vez que pensamos en Ecología, es inevitable que el color verde no acuda a nuestras mentes, pues esta tonalidad asociada a la Naturaleza se ha vuelto de alguna manera «oficial» para representar todo aquello que tenga que ver con el Medio Ambiente. Sin embargo, esto no siempre fue así e incluso ahora, te sorprenderías bastante al darte cuenta que es un tono que puede asociarse a un elemento contrario en especial: el de la toxicidad.
Y la verdad es que esto no se encuentra muy lejos de la realidad, puesto que generalmente para obtener el color verde que vemos en muchos envases de papel y plásticos, se debe llevar a cabo una mezcla de componentes que no son precisamente buenos para el planeta.
Ya sea que los mismos requieran de una tonalidad muy intensa o tenue; los fabricantes de pintura hacen uso de sustancias que son tóxicas para lograr asentar el color. Algunas de ellas incluyen zinc, titanio, cobalto y múltiples pigmentos dentro de los cuales, el más común es el Verde 7, fabricado a base de cloro. En los procesos de teñido además, no se puede evitar contaminar el ambiente de cierta forma.
No obstante, hay que destacar que hoy en día, con tantas alternativas surgiendo para reemplazar los hábitos que más daño le ocasionan al planeta; no debería ser imposible proseguir con la elaboración de pinturas verdes, a través de métodos más ecológicos. Aún así no deja de resultar curioso que un tono que hemos adoptado como completamente seguro para la Tierra, pueda de hecho, causarle algunos problemas. Irónico ¿cierto?
Lo cierto es que no importa si te gusta este u otro color; lo más importante para ayudar al mundo en el que vivimos, es tomar conciencia de que nos necesita y que podemos hacer mucho por él.