Portavasos de corcholatas
Un objeto que muchas personas suelen tener en casa a menudo, son las corcholatas. A menudo las vemos como algo totalmente inútil, pero en realidad hay montones de cosas que con ellas se pueden hacer para reciclarlas al máximo. Tal y como la manualidad que te vamos a mostrar en el artículo de hoy. Se trata de un magnífico portavasos que además decorar de la manera que quieras, te será de mucha utilidad para evitar que tus vasos dejan marca en los muebles. Es muy fácil de hacer y también muy divertido. Si quieres saber como, no dejes de leer todas las instrucciones que te vamos a mostrar enseguida.
Primero que nada, vas a tener que conseguir los siguientes materiales:
- Cartón
- Pistola de silicón
- Barritas de silicón
- Pinturas acrílicas de los colores que quieras
- Pincel
- Lápiz
- Tijeras
- Bastantes corcholatas
Si ya lo tienes todo listo ha llegado la hora de comenzar.
- Antes que nada, tienes que decidir que tipo de forma quieres en tus posavasos. Si quieres que sean redondos, cuadrados o si deseas que formen alguna figura en específico, como una estrella o una flor. Una vez que lo hayas decidido, toma el lápiz y traza con mucho cuidado la silueta que hayas elegido, cuidando que tenga un buen tamaño. Usa las tijeras para recortarla.
- Ahora viene la parte divertida, pero también para la que necesitas más paciencia. Debes pintar todas tus corcholatas y dejarlas bonitas para la manualidad. Puedes pintarlas todas de un solo color o trazar en ellas varios patrones, como lo puedes ver en la fotografía. Lo importante es que utilices toda tu creatividad para encontrar un diseño que a ti te guste.
- Cuando hayas terminado de pintarlas todas, déjalas secando en un lugar donde les de bien el sol. Una vez que te hayas asegurado de que la pintura no este fresca, tómalas y acomódalas encima de las piezas de cartón que recortaste. Toma tu pistola y las barritas de silicón y pégalas perfectamente sobre la superficie. Una buena idea es dejar que las corcholatas asomen un poco por fuera de los bordes del cartón, para que este no se note y tu manualidad quede mucho mejor.
- Finalmente, tan solo deja secar el pegamento y podrás usar tus portavasos las veces que quieras. ¡Se acabaron los días de limpiar manchas y marcas encima de tus muebles!
Como ves esta ha sido una manualidad muy sencilla y con la que te puedes entretener y reciclar al mismo tiempo. Y lo mejor es que si lo piensas bien, lo que hagas con ella no debe limitarse únicamente a los portavasos. ¿Qué te parecería hacer uno más grande y usarlo como mantel? Incluso lo puedes personalizar con el nombre de cada uno de los miembros de tu familia, como un lindo detalle de tu parte.
Otra cosa que puedes hacer para que tus portavasos luzcan más, es decorar los espacios entre cada corcholata con cuentas o piedrecitas, o bien pintarlas al final para dibujar encima de todas ellas algún diseño que te agrade. Intenta con diferentes combinaciones de colores o bien, usa tonos más sobrios y elegantes en la pintura, como el negro y el gris. Quedan muy bien y hacen que tu adorno siempre se vea impecable en cualquier sitio donde lo pongas.
Ahora que sabes muy bien lo que puedes hacer con las corcholatas que te sobran de las botellas, no dejes de poner esta manualidad en práctica y aprovéchalas al máximo.
Coméntanos que te ha parecido la manualidad de hoy y no olvides regresar muy pronto, para aprender a hacer más cosas con materiales reciclados.