¿Qué es un ecosistema terrestre?
En una ocasión anterior, te hablamos acerca de los ecosistemas acuáticos y toda la diversidad que podían encerrar. Sin embargo, en tierra firme también hay mucha flora, fauna y características especiales a las que prestar atención. Esta vez el tema de hoy en Ecologiteca, recae en los ecosistemas terrestres, sus características y cual es la mejor manera de cuidar de ellos. Si te consideras una persona realmente comprometida con el planeta, definitivamente este es un artículo del que no te puedes perder. ¡Quédate con nosotros para aprender un poco más acerca de la Tierra!
Definición de ecosistema terrestre
Se le llama de esta manera a aquellos espacios en los que la flora y la fauna, crecen y se desarrollan directamente en el suelo o el subsuelo. Para ello hay muchos factores que intervienen y a los cuales, estos elementos se terminan por adaptar para satisfacer sus necesidades más básicas, como la humedad, el clima, la temperatura y hasta la latitud y altitud de un lugar determinado.
Actualmente, encontraremos que cada ecosistema terrestre cuenta con una clasificación según sus particularidades y la clase de vegetación dominante en ellos. A continuación, podrás conocer cuales son los diferentes tipos que existen:
Ecosistemas forestales
También conocidos como bosques. En la actualidad, son el ecosistema de tierra que cuenta con mayor extensión en el planeta. Esta clasificación se divide a su vez de la siguiente manera:
- Bosques de hoja ancha. Llamados así por contener especies angiospermas; es decir, que pueden dar lugar a la floración. Dentro de esta categoría podemos encontrar tres áreas muy distintas.
- La selva. Se destaca por ser el ecosistema con mayor biodiversidad en flora y fauna sobre la biósfera terrestre. El clima que impera en ella va de tropical a subtropical y sus condiciones son óptimas para albergar a una gran variedad de plantas y animales. Su estructura es muy compleja y es por eso que en su interior, no es difícil encontrar más de un subecosistema bien definido. Hoy en día, la selva ecuatorial es considerada por mucho la más diversa y grande el planeta.
- Bosque templado de frondosas. También conocido como bosque mediterráneo o bosque templado. Impera en él un clima bastante neutro, que puede alternar regiones húmedas y otras que carecen un poco más de humedad.
- Bosque seco. Se le llama de esta manera, debido a los cortos períodos de tiempo en que aquí se presentan las lluvias. El tipo de vegetación que impera en él se limita a la caducifolia y la xerófila.
- Bosque de coníferas. Se le da el nombre también de bosque de hoja acicular y dentro de él, podemos encontrar una vegetación repleta de gimnospermas, en la que resaltan las coníferas. Estas últimas reúnen la especie mejor conocida como pinos; y también recibe la siguiente subclasificación.
- Bosque templado de coníferas. Aquí entran los bosques con las especies más altas del mundo, como los árboles de abeto, de secoya y los pinos.
- Bosque subtropical de coníferas. Albergan más que nada a pinos, debido a que cuentan con un clima denominado como subhúmedo.
- Taiga. Se le conoce además con el nombre de bosque boreal y a pesar de contar con una extensión más amplia que los anteriores, es menos rica en lo que a diversidad se refiere. La vegetación que más se puede encontrar en él, esta compuesta por musgo y líquenes.
Desierto
Es un ecosistema bastante árido y en el que imperan los climas extremos, tanto de día como de noche. Cuenta con solamente dos subcategorías.
- Desierto. Cuenta con especies de flora y fauna bastante limitadas y se le puede encontrar en regiones de montaña, así como aquellas que gozan de climas muy variados como el subtropical, el frío y el templado.
- Indlandsis. Se le llama también desierto poar, debido a que se desarrolla en los bordes de hielo del planeta.
Tundra
Es uno de los ecosistemas terrestres menores. Cuenta con una vegetación repleta de líquenes y musgos, además de otros arbustos de tamaño reducido y hierbas de distintas clases. Su suelo es del tipo subcongelado y en él impera el clima húmedo. Es debido a ello que aquí no pueden crecer especies vegetales más abundantes, como los árboles. Existe la tundra antártica, la tundra ártica y la tundra alpina o pradera de montaña; siendo de las tres, la segunda que goza de mayor extensión.
Matorrales
Se caracterizan más que nada por albergar gran cantidad de matas y arbustos, pues no cuentan con flora demasiado abundante. Los matorrales pueden ser únicamente de tres clases:
- Arbustales. Cuentan con una gran cantidad de arbustos y según la clasificación de estos y la zona en la que se encuentren, se le otorga a la región un nombre distinto para definirla, llegando a considerarséle como chaparral, jaral o brezal, entre otros.
- Páramos. Son matorrales que se encuentran en las montañas, por lo cual disponen de latitud y altitud bastante considerables. En ellos impera la humedad y cuentan con arbustos a los que se les da el nombre de frailejones. Son abundantes sobretodo en África y América.
- Xerófilos. Destacan por ser zonas principalmente semidesérticas, en las crecen especies como los cactus, que no requieren de grandes cantidades de agua para subsistir.
Herbazales
Tal y como su nombre lo indica, los herbazales disponen de hierbas de distintas clases como flora principal. Estas crecen en suelos semiáridos y dependiendo de su tipo, se dividen en cuatro subcategorías:
- Estepa. Posee un clima que va de templado a frío, por lo cual no es extraño que la vegetación tome un color amarillento por períodos muy extensos al año.
- Pradera. Su clima templado vuelve a esta clase de herbezales, áreas perfectas para llevar a cabo labores de agricultura.
- Pradera alpina. Crece a grandes altitudes y se les puede encontrar en sitios como el Tíbet, los Alpes o los Andes. También se le llama pradera de montaña.
- Sabana. Dispone de climas tropicales y subtropicales, debido a su cercanía con las zonas selváticas. Puede contar con regiones en las que crecen tanto arbustos como árboles.
Algunas medidas para preservar los ecosistemas terrestres
Los ecosistemas de tierra desafortunadamente, también han llegado a resentir las acciones humanas, debido a prácticas como la contaminación y la erosión. Algunas de las mejores acciones que puedes llevar a cabo para contribuir a su cuidado, son las que puedes leer a continuación:
- Optar por productos biodegradables. Puedes encontrar esta característica en muchos objetos actuales. Es importante que sean de esta manera, debido a que mientras más pronto se degraden, menor daño le causaran al suelo y al planeta.
- Plantar árboles en cada oportunidad que tengas. La reforestación es primordial para compensar la tala de árboles que se lleva a cabo en muchos bosques y zonas selváticas.
- Reciclar tus desechos cuanto puedas. Reducir la basura es otra clave primordial para mantener a salvo a los ecosistemas terrestres. Muchos de ellos se ven directa o indirectamente afectados por el problema de la contaminación en sus paisajes naturales.
- Rechazar y denunciar el tráfico de animales exóticos. La fauna también se ve afectada por las acciones humanas, ya que muchas especies tropicales son cazadas y vendidas ilegalmente como animales domésticos. Lo mejor que puedes hacer, es decir no a este tipo de ofertas y denunciarlas si las llegas a detectar.